PLANES DE IGUALDAD: LUCES Y SOMBRAS DE LA IGUALDAD DE GÉNERO EN LA EMPRESA- Artículo de Patricia Erdociain

Compartir

PLANES DE IGUALDAD: LUCES Y SOMBRAS DE LA IGUALDAD DE GÉNERO EN LA EMPRESA- Artículo de Patricia Erdociain

franja superior lila con texto blanco "perspectiva de género", fondo multitud de muñecos clic y sobre esto gafas con cristales lilas

parte de una gafa con cristales lilas sobre fondo de personas multitudinarioIncorporar la perspectiva de género en la empresa va más allá de realizar un plan de igualdad, se trata de incorporar una mirada distinta en todos los procesos y ámbitos de la organización, una mirada desde otro enfoque, “ponerse otras gafas”.

Incorporar esa perspectiva, esa mirada, supone, en la mayoría de las ocasiones, realizar una revisión profunda de las prácticas, patrones y formas de funcionar en la organización y también de las personas que la componen, supone una revisión de las creencias y en definitiva de la cultura de la organización.

Por esto es habitual encontrarnos con resistencias, en ocasiones por miedo a lo que la propuesta pueda suponer, otras veces por la incertidumbre que genera “dejar de hacer las cosas como siempre”, por la dificultad que tenemos para salir de la zona de confort, porque molesta y cuesta mucho trabajo y en definitiva por desconocimiento del alcance que el Plan de Igualdad pueda conllevar.

Las excusas suelen recaer en la carga de trabajo, en la necesidad del tiempo a dedicar, en que “aquí ya somos muchas mujeres”, que “aquí no hay mujeres”, etc. excusas o situaciones de lo más variopintas que lo único que reflejan es esa resistencia al cambio.

Cambio que, por otro lado, se nos muestra como necesario, es un cambio necesario social y políticamente hablando, y para ello hay que intervenir, hay que provocar ese movimiento, si no lo hacemos, el cambio, el camino hacia la igualdad se va dando, pero como oí decir una vez a una profesora de la Universidad, puede tardar 400 años.

Como sociedad, como empresa o como responsable de personas, podemos ser protagonistas de esos cambios o dejarnos arrastrar por los mismos y ésta es una decisión personal.

Un par de personas de pie

Descripción generada automáticamente con confianza mediaLa experiencia me dice, que para que este tipo de proyectos, concretamente los Planes de Igualdad salgan adelante, es fundamental contar con un equipo de personas que traccione de él, y ese equipo existe en todas las organizaciones, hay que encontrarlo y dejarse llevar.

Y cuando se hace “clic” ya no hay vuelta atrás, el Plan de Igualdad se convierte en un trabajar fluido, con objetivos y acciones alineadas, con un sentido y una misión sincera, real y sobre todo socialmente responsable.

Para que los cambios en nuestras organizaciones se produzcan deben conocerse los “para qué” de esos cambios y fijaos, no he dicho el “por qué”, el “para qué” va en línea con la misión y los valores del proyecto que deben tener sentido junto con los de la propia organización, si no es así, la continuidad del proyecto tiene las horas contadas. Muchos proyectos se basan en el “por qué”: porque ya tengo más de 100 personas en plantilla, porque el nuevo Real Decreto me obliga a una auditoría, etc.

Las y los técnicos de igualdad debemos convertir ese por qué en un para qué, y esto, es uno de los objetivos de las primeras sesiones de trabajo y formación: que la dirección de la empresa y la dirección de personas descubra el beneficio real de la incorporación de la Igualdad a su proyecto de empresa.

Trabajar desde el respeto más profundo hacia las organizaciones y sobre todo hacia las personas que las componen, dando espacio a esas dudas, a esos miedos, respetando sus ritmos, pero sin dejar de proponer el cambio, esa incorporación de la Perspectiva de Género, de la Igualdad a la gestión de la empresa, sin dejar de provocar esa nueva mirada.

Por esta razón es tan importante la formación en Igualdad de estos equipos y las campañas de sensibilización para las plantillas, para que, como decía Teresa Minondo en un artículo anterior, esa “lluvia fina” vaya calando en las personas de nuestra organización y el cambio sea real, y sobre todo creído y apoyado por todas las partes.

A partir de ahí, el trabajo del Plan de Igualdad se convierte en un trabajo continuado y natural, focalizado en el cambio más profundo, no sólo de las organizaciones y sus procesos, sino de las personas que la componen. Se convierte en un proyecto con una Misión, con Objetivo con mayúsculas, y eso es algo muy potente.

Es entonces, cuando se produce ese cambio de mirada, cuando los Planes de Igualdad cobran sentido, se les dota de recursos y de planificación, cuando el análisis de los datos e indicadores tienen sentido, cuando las herramientas como las auditorías, los protocolos de Acoso Sexual y por Razón de Sexo, los planes de conciliación, etc. se ponen a disposición de ese cambio.

 

 

"Me he subido a la mesa para recordarme a mí mismo que debemos mirar constantemente las cosas de una manera diferente. El mundo se ve distinto desde aquí arriba. Si no me creen, vengan a probarlo". John Keating, El Club de los Poetas Muertos.

 

Patricia Erdociain Azcona

Consultora de Formación e Igualdad

ODE Consultoría